Puede que Marruecos le haga pensar en grandes mercados y grandes desiertos, pero hay mucho más en este apasionante país del noroeste de África. Explore el hermoso litoral atlántico de Marruecos, la campiña norteafricana virgen que pocos turistas han visto antes y la majestuosa cordillera del Atlas.
- Essaouira: Un encantador puerto pesquero influenciado por los colonos portugueses del siglo XVI. La enorme ciudad fortaleza está repleta de casas pintadas de blanco y con tejas azules. Camina tranquilamente a la sombra de sus murallas, las mismas que dibujan los contornos de Astapor, la ciudad roja de la serie "Juego de Tronos". Clasificada como la ciudad más bella de Marruecos por la Unesco, la ciudad zumba al ritmo de la música cada verano: el festival Gnaoua celebra los ritmos afro-magrebíes haciendo que la estancia sea memorable. Visite una cooperativa de mujeres para conocer la producción de aceite de argán y el impacto del cambio climático en los pequeños agricultores.
- El Jadida-Mazagán: Esta ciudad, construida por los portugueses, se mantiene orgullosa desde el siglo XVI. Sus tesoros arquitectónicos bien conservados y su sutil mezcla de culturas marroquíes y europeas le han valido un lugar en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. El Jadida le invita a descubrir tradiciones ancestrales durante el mussem de Moulay-Abdallah Amghar, donde podrá asistir a un asombroso espectáculo de adiestramiento de halcones, así como a otras actividades épicas como la fantazia (tradición de montar a caballo). El Jadida-Mazagan, es un lugar de visita obligada con un impresionante balneario que le hará sentir el deseo de volver.
- Agadir: Agadir es una de las perlas de Marruecos, con 300 días de sol al año. Visite la playa de Sidi Kaouki, conocida por sus dunas de arena y sus arbustos de argón, que la convierten en una de las más bellas de Marruecos. Más adelante en la ciudad, el zoco de El Had se extiende a lo largo de las calles, instalando sus puestos: más de 6.000 tiendas se ofrecen a su curiosidad y disfrutará paseando en este ambiente animado por las negociaciones de los comerciantes.
- Sidi Ifni: Esta ciudad tiene algo más que la apariencia de la cultura española (un antiguo enclave español hasta 1969) es un punto de partida ideal para visitar los pequeños pueblos bereberes cercanos.
- Casablanca: Las modernas infraestructuras se encuentran en medio de encantadores barrios, entre la herencia árabe-musulmana y los legados de la época colonial. Descubra todas las posibilidades. Visite el antiguo mercado francés de alimentos y flores, así como nuestro primer zoco tradicional en el barrio de Habous, para degustar las aceitunas locales y observar el trabajo de los maestros artesanos. Visite la Mezquita de Hassan II y sumérjase en la rica historia religiosa de Marruecos.
- Rabat: visite la Torre Hassan, un impresionante minarete adosado a la mezquita principal de Rabat, o la necrópolis de Challah, un asentamiento romano y una de las ruinas más impresionantes de la ciudad con una larga y fascinante historia. El Fuerte de Rottembourg es un importante monumento de la historia militar de Rabat.
MEDINAS, SOL Y CULTURA
