¿Cuánto tiempo hay que permanecer en el Alentejo? Para un viaje corto, sugerimos un itinerario de 5 días, pasando por las ciudades más encantadoras y conocidas.
Évora, capital del Alentejo, es una de las ciudades más seductoras de Portugal, clasificada como Patrimonio Nacional por la UNESCO desde 1996.
Dotada de monumentos históricos, Évora es también la sede de una de las universidades más antiguas del mundo y cuenta con una población estudiantil muy animada. No se pierda: la Catedral de Évora; el Templo Romano; la Iglesia de San Francisco y la Capilla de los Huesos.
Estremoz - Hogar de muchos reyes y reinas de Portugal, especialmente el rey Dinis y la reina Santa Isabel. Entre sus principales atractivos se encuentran lugares como el Castillo de Estremoz, la Torre de las Tres Coronas, el Convento de San Francisco y el Convento de Congregados.
Vila Viçosa - Aunque pequeña, es una de las joyas más preciosas y encantadoras del Alentejo. El pueblo es un verdadero museo al aire libre. El nombre de Vila Viçosa (aldea exuberante) se debe a la fertilidad de los suelos y al encanto del territorio. Una vez aquí, pasee por la Praça da República hasta la Iglesia del Colegio y el Castillo de Vila Viçosa. Continúe hacia el Palacio Ducal y el Convento de los Agostinhos. Termine la tarde en el Museo del Mármol Raquel de Castro.
Elvas, también conocida como la "Reina de la Frontera", es una de las joyas de la frontera entre el Alentejo y la Extremadura española. Elvas fue considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en junio de 2012. Esta clasificación abarca todo el centro histórico, las murallas del siglo XVII, el Fuerte de Santa Luzia, el Fuerte de Graça, el Acueducto de Amoreira y los tres fuertes menores.
Monsaraz - Pueblo medieval, marcado por la cal y el esquisto, Monsaraz ha sabido mantener sus características a lo largo de los siglos. Un viaje a Monsaraz es también un viaje en el tiempo. Su patrimonio incluye el castillo medieval, un lugar turístico único en Portugal. Es uno de los lugares más espléndidos para contemplar la maravillosa presa de Alqueva, el mayor lago artificial de Europa y una de las mayores construcciones portuguesas del siglo.